Maylín

Mi hijo ya tiene 19 meses y es el único que tendré. Siempre dije que tendría dos hijos, pero gracias a mi mala experiencia no quiero volver a pasar por un hospital.

Empecé con hipertensión a las 20 semanas de gestación y ahí empezaron mis problemas. Cuando fui al hospital la primera vez me dijeron que tenía muy poco tiempo de embarazo y me mandaron a casa con la presión en 150/90. Cuando fui a la captación del embarazo fue peor; el médico me dijo que él no me la iba a hacer porque yo me tenía que interrumpir ese embarazo, que mi hipertensión era peligrosa para tener un bebé. Tuve una captación tardía ya que fui tres veces y el médico no quería hacérmela pues soy hipertensa. ¿Las hipertensas no podemos tener hijos?

Ahí empezó mi odisea: el médico me quería obligar a abortar y yo anhelaba ser madre. Llevaba tiempo buscando ese embarazo y tuve que ponerme dura para que me mandaran la metildopa y así controlar mi presión.

Al fin me la mandaron a las 26 semanas. Luego debuté con diabetes gestacional y me empezaron a atender en el hospital. Me ingresaron cuatro meses antes de que naciera el niño en la sala 4 de diabetes. El jefe de ese lugar es terrible respecto a cómo trata a las mujeres: les grita, ofende, las manda a callar. Muchas embarazadas se han quejado y ahí sigue.

Debido a mi historial de enfermedades me habían programado la cesárea para las 39 semanas, por todos los riesgos que tenía.

A las 41.4 semanas me dieron contracciones fuertes, solté el tapón mucoso, comencé a perder líquido, y no me hicieron caso. Me dijeron que nosotras las primerizas éramos trágicas. Mi fecha de parto era el 7 de marzo y ya estábamos a 13, pero ellos no me atendían.

Cuando empecé a soltar líquido busqué a la enfermera para que llamara a Preparto pero no le cogían el teléfono. Al rato subió alguien y me dijo: “mira, el líquido no huele a semen, entonces no es amniótico”. Yo le respondí que el día anterior expulsaba algo transparente y que hoy era marrón, que eso era meconio. Ellos se empezaron a reír.

Sin pensarlo, salí de la sala y hablé con cierto enfermero que me puso en contacto con una cirujana y un anestesista. A las 7: 30 a.m. bajaron a hacerme la cesárea. Yo presentía que algo iba mal y pagué 150 CUC para que la adelantaran.

El resultado fue que mi hijo ya no tenía líquido y había meconio. Por suerte mi bebé no aspiró y hoy está bien, pero no tuvo esa suerte mi compañera de al lado que estuvo 16 días con su bebé con fenobarbital porque llegó con meconio y la tuvieron cuatro horas más induciéndole el parto en vez de hacerle una cesárea de urgencia. Ah, es que ella no podía pagar.