Algunos de los testimonios que aparecen en esta sección son el reflejo exacto de las palabras de las madres, y hemos decidido respetar su oralidad dentro del relato.
¡Atiéndanla, que las que ponemos las muertas somos nosotras!
¿Y dónde está tu bebé?
Mi hijo nació morado, con la cabeza puntiaguda y sin llorar.
No recuerdo haber oído una sola frase de empatía
"Yo temblaba de frío, sola en el salón, sin ropa"
Y yo jurándome todo el tiempo que no volvería a parir
“¿Las hipertensas no podemos tener hijos?”
Cuando te embarazas pasas a ser un medio básico del estado y te conviertes en simple estadística
Terminé toda desgarrada, llena de puntos y me desmayé allí
Ser madre dentro de una cárcel cubana
Yo no tenía fuerzas ni para llorar más
Mi parto no fue lo que esperábamos
Yo lo único que quiero es que nos salve a mí y a mi hija